La Sociedad Española de Ficología (SEF) se constituyó en 1988. Desde entonces ha tratado de convertirse en un foro de reunión de profesionales nacionales y extranjeros interesados por el mundo de las algas. Sus miembros actualmente trabajan en un amplio abanico de campos de investigación, muchos de ellos de enorme interés público.
Además de la realización de actividades internas, la SEF establece relaciones de colaboración entre algólogos, organismos públicos y privados de investigación y empresas interesadas en el estudio y aplicaciones de las algas.
Las actividades de los miembros de la SEF se pueden resumir en 4 grandes bloques: estudios taxonómicos, estudios ecológicos, ficología aplicada y estudios de biología celular y molecular.
Tratan de la descripción de las especies para su correcta nomenclatura y clasificación. Representan el punto de partida para la mayoría de los estudios algológicos ya que gracias a ellos se identifican, describen y nombran correctamente cada una de ellas.
Permiten establecer las relaciones de las especies con el medio donde viven, definir sus comunidades, estudiar su dinámica y delimitar su distribución batimétrica y geográfica.
Especialidad de mayor proyección social por tratar temas tales como la influencia de la contaminación, la depuración de aguas residuales, el cultivo de especies de interés, sus usos agropecuarios, en la alimentación, medicina, farmacia o talasoterapia, etc.
Representan la aplicación de las técnicas microestructurales de microscopía electrónica de transmisión y barrido y las de biología celular y molecular a los estudios sobre la biología de las algas. Actualmente son un importante complemento a la taxonomía tradicional.
Las algas son organismos de estructura generalmente sencilla, pero de una gran diversidad. Son fotosintéticas, aunque algunas pueden asimilar directamente materia orgánica. Pueden ser microscópicas, macroscópicas e incluso alcanzar grandes dimensiones.
Viven en el agua (marina, salobre o dulce), donde son productores primarios fundamentales, en el suelo y en el aire. Pueden estar libres o adheridas a algún sustrato. Hay más de 40.000 especies. Muchas son beneficiosas y sólo algunas son perjudiciales para la especie humana.
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